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Acondicionamiento físico y estilos de vida saludable (página 2)



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Las personas que son activas físicamente tienden
a desarrollar y mantener altos niveles de capacidad o
condición física, el tan
denominado fitness, término que se emplea popularmente y
arraigado ya en el lenguaje
colombiano. La investigación epidemiológica ha
permitido demostrar a través de diversos estudios el
efecto protector que tiene el fitness sobre distintas entidades
crónicas como osteoporosis,
enfermedad coronaria, hipertensión7, diabetes
mellitus8, cáncer de colon9,
ansiedad, depresión,
trastornos mentales. Los bajos niveles de actividad física
aumentan todas las causas de mortalidad; el aumento en la
actividad física durante la edad madura se asocia con
disminución en el riesgo de
mortalidad. Varias investigaciones
hechas en USA estiman que 12% del total de muertes se deben a
falta de actividad física regular; las conclusiones
anteriores se basan en estudios con apoyo
experimental10-19.

Para asegurarse que la actividad física tiene
relación directa con la disminución de la
morbilidad y mortalidad deben existir elementos vinculantes
como:

A. Secuencia temporal: se observa por ejemplo que la
inactividad física es predictiva de un diagnóstico.

B. La relación dosis-respuesta20-21:
el riesgo de enfermar aumenta con la disminución de
actividad física.

C. Pertinencia: la actividad física reduce el
riesgo de enfermar a partir de una serie de mecanismos
fisiológicos y metabólicos (aumenta el HDL,
disminuye los triglicéridos, estimula la
fibrinólisis, altera la función
plaquetaria, reduce el riesgo de trombosis aguda, mejora la
tolerancia a
la glucosa y
sensibilidad a la insulina, disminuye la sensibilidad del
miocardio a los efectos de las catecolaminas, etc.). Sin embargo,
hay diversos factores que han sido estudiados como determinantes
para que una persona realice o
no actividad física, estos son: fisiológicos,
conductuales y psicológicos; la falta de tiempo, los
traumas, el tabaquismo y la
composición corporal (teniendo en cuenta que los obesos
son usualmente inactivos)22. Otros factores
físicos y del entorno social pueden afectar la conducta con
respecto a actividad física (la familia,
amigos, barreras, falta de equipos, vías de acceso, las
inclemencias del tiempo, la inseguridad23, la
televisión24.

De acuerdo con la Carta de
Ottawa producida en reunión de países miembros de
la OPS en Canadá, resumida en la declaración
"Salud para todos
en el año 2000", las recomendaciones con respecto a la
actividad física son:

• Aumentar las prácticas de ejercicio, por
lo menos en 30% en la población mayor de 6
años.

• Con intensidad de leve a moderada.

• Un mínimo de 30 minutos por
sesión.

• Preferible diariamente25.

Es de anotar que la actividad física se puede
acumular durante el día, es decir, se pueden efectuar
períodos cortos intermitentes de actividad que por lo
menos sumen 30 minutos al día, subir escaleras en lugar de
ascensor, caminar distancias cortas en lugar de manejar carro,
hacer ejercicios calisténicos, mirar la
televisión pedaleando en una bicicleta estática,
actividades de jardinería, trabajos caseros, barrer hojas,
podar, bailar, jugar con los niños;
pero si se escoge un ejercicio formal, éste podría
ser caminar vigorosamente, o trotar o nadar o ciclismo
durante 30 minutos seguidos; algunos deportes y actividades
recreacionales pueden servir (golf sin carro, tenis). El gasto
energético debe ser por lo menos de 200-250
kilocalorías/día para alcanzar los beneficios. El
programa de
ejercicio depende del nivel de acondicionamiento que tenga la
persona. La mayoría de los adultos jóvenes no
requieren una evaluación
médica para iniciar su actividad, pero si los hombres
sobrepasan los 40 años y las mujeres los 50, y desean un
plan de
ejercicio vigoroso (donde la actividad sobrepase 60% del consumo de
oxígeno
máximo) o quienes presentan enfermedades crónicas
o con factores de riesgo para enfermedad crónica,
deberán consultar a su médico para que le
diseñe un programa seguro y
efectivo. La evidencia sugiere que la cantidad de actividad es
más importante que la manera especifica como se realiza
(modo, intensidad, duración de los intervalos).

De Busk examinó los efectos de sesiones de
ejercicio de moderada a vigorosa intensidad en 3 etapas de 10
minutos comparada con una sesión única de 30
minutos de igual intensidad26; Ebisu estudió
los niveles lipídicos en 3 grupos activos
físicamente y uno inactivo que sirvió de control; cada
grupo
recorría la misma distancia corriendo en 1, 2 ó 3
sesiones/día según el grupo asignado; en
éstos el consumo de oxígeno aumentó, sin
diferencias significativas entre los grupos, pero el HDL
aumentó significativamente en el grupo que trabajó
3 veces al día. En ambos estudios el nivel de fitness se
midió a través del consumo máximo de
oxígeno27. Aunque se requiere más
investigación, se considera como interpretación de estos datos, lo
siguiente:

1. El gasto calórico y el tiempo total de
actividad física se asocian directamente con la
reducción de la incidencia de morbilidad y mortalidad
cardiovascular.

2. Existe una relación
dosis-respuesta.

3. La actividad física moderada que se practica
con regularidad, produce beneficios sustanciales en la
salud.

4. Prácticas intermitentes de actividad
física entre 8 y 10 minutos, que totalizan por lo menos 30
minutos diarios, producen beneficios directos en la
salud.

Con referencia a las personas que mantienen o aumentan
su fuerza
muscular y la flexibilidad, son capaces de desarrollar mayor
actividad de la vida diaria, desarrollan menos enfermedades y no
se discapacitan fácilmente; el mejor balance, la coordinación, agilidad, previene
caídas en los mayores. La gente más activa
desarrolla menos enfermedad que los menos activos, y si las
sufren, serán menos severas y se presentarán a
mayor edad28.

Como se plantea en este escrito, el ejercicio
físico a través del acondicionamiento físico
se debe manejar en las personas como parte de sus hábitos
saludables, pero se debe tratar técnica y
científicamente, es decir se debe formular la intensidad,
el tipo de ejercicio, el tiempo de práctica, la frecuencia
semanal o diaria, se debe hacer antes (en lo posible)
calentamiento, estiramiento, el ejercicio como tal, enfriamiento
y relajación, todo esto de manera que cumpla unos
requisitos mínimos para que produzca efectos
benéficos a la salud. Lo anterior implica que el ejercicio
físico deberá formularse, como un medicamento
más que recibirá la
persona29.

Las políticas
de salud
pública en diversos países industrializados,
por ejemplo los Estados Unidos de
Norteamérica, han definido como prioritario los programas de
ejercicio físico preventivo, porque han visto la necesidad
de incorporarlo oficialmente en la vida diaria. El gobierno del
presidente Bush incluyó el acondicionamiento físico
como proyecto
gubernamental, con Kathy Spanger, Presidenta de la
Coalición Nacional para promover la actividad
física, publicaron la iniciativa Healthier US, para
motivar a las personas a realizar ejercicio, porque la
inactividad física le cuesta a USA $117 mil millones de
dólares al año.

Se puede concluir en este artículo que el
acondicionamiento físico debe hacer parte de los
hábitos saludables y que cada persona debe adoptar un
programa de ejercicio de acuerdo con sus necesidades y al tiempo
libre, teniendo en cuenta que por lo menos 30 minutos del
día se reservan para hacer ejercicio, tal como caminar,
nadar, ciclismo, bicicleta estática, trotar, entre otros.
Se debe tener en cuenta que la práctica de ejercicio
podría ser intermitente durante el día, pero
acumular un total mínimo de 30 minutos diarios (7
días por semana) y que las actividades que promuevan el
sedentarismo se deben evitar, como ascensores, conducir
vehículos, Internet por largo tiempo,
etc.

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Henry Ramírez-Hoffmann,
M.D.

Jefe Programa Rehabilitación
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y

Clínica Nuestra Señora de los
Remedios, Cali 

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